Toda estrategia de Inbound Marketing que pretenda alcanza el éxito debe utilizar una herramienta clave en el Marketing Digital: la newsletter. Aunque ya hace bastante tiempo que su uso se popularizó entre empresas que comercializan sus productos y servicios vía Internet, a día de hoy todavía son muchos los profesionales que no elaboran sus newsletters de manera correcta. Ello no solo repercute en un desperdicio de tiempo y dinero, sino que afecta de manera negativa a la imagen de marca que proyectamos en nuestros suscriptores. Es por este motivo que la confección de este valiosísimo instrumento ha de mimarse y ser estudiada con profundidad y detenimiento, ya que de ello dependen factores que podrían impactar catastróficamente en otros elementos de nuestras campañas.
Objetivo, segmentación y métrica
En los últimos meses se ha hablado mucho de los cambios propiciados por la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Entre dichos cambios, encontramos la necesidad de que nuestros suscriptores den su consentimiento a través del doble opt-in. Pero, ¿qué tiene que ver esto con una newsletter? Pues, ni más ni menos, que dicho mecanismo (el opt-in) es precisamente el que permite que enviemos este tipo de correos periódicos a nuestros leads. Es decir, que nuestros clientes aceptaron recibir emails comerciales de nuestra empresa por una razón. Así que, el primer objetivo de nuestra newsletter (y que muchas empresas suelen pasar por alto) es pensar en el porqué de aquel consentimiento previo y explícito (o, si se quiere, de la confianza y el interés depositados en nuestra firma), para, a continuación, ser consecuentes con nuestros clientes, lo cual implica enviarles solo aquella información que esperan recibir (o que sabemos a ciencia cierta les va a agradar o resultar atractiva).
Para conseguirlo, uno de los métodos más eficaces es segmentar nuestra base de datos, y, en caso de poder definirla, encontrar a nuestra buyer persona. De este modo, estaremos optimizando las newsletters que mandemos, obteniendo la rentabilidad deseada y aumentando tanto el open rate (o tasa de apertura) como el click to open rate (CTOR). Y ya que han surgido estos dos importantes términos, aprovechemos para lanzar el siguiente consejo: realizar mediciones precisas y regulares de los resultados de nuestras newsletters es esencial para saber si estamos desarrollando bien o mal nuestra campaña y dilucidar qué aspectos son susceptibles de mejora.
Tipos de newsletter
Quizás este último aspecto mencionado (qué surte efecto y qué no en una campaña de newsletter) es uno de los más complicados de discernir y, por ende, de solucionar cuando descubrimos que algo está fallando. Por ello, nuestra recomendación al respecto es que si con tus newsletters no estás obteniendo los resultados deseados, pruebes a cambiar el tipo de correo que estás elaborando. Básicamente, se puede decir que existen tres clases de newsletter: aquellas en las que predomina el texto, aquellas en las que texto y gráficos se combinan de manera equitativa y aquellas en las que la imagen es la protagonista.
Aunque la mayoría de expertos suele coincidir en que el primer tipo es el que mejores resultados ofrece a largo plazo, lo cierto es que, como en la mayoría de facetas del marketing digital, no existe una solución única y absoluta: la única vía que te permitirá averiguar cuál es el tipo de newsletter que más se ajusta a tu empresa (y, en definitiva, el más rentable) es la del ensayo-error.
Conclusiones sobre la newsletter
Después de lo dicho, tal vez tengas aún más dudas que antes de comenzar a leer este post acerca de esta clase de estrategia de marketing. No te asustes, es normal. Dominar esta técnica requiere no solo de profundos conocimientos sobre venta online, redacción de contenidos, dinámicas del consumidor o diseño digital, sino también y sobre todo, experiencia. Si te sientes abrumado ante tanta información y después de probar con unos cuantos modelos de newsletter no logras dar con ninguno que te satisfaga (o que te reporte los resultados esperados), te aconsejamos que o bien sigas intentándolo con ahínco, o bien acudas a un profesional en busca de asesoramiento. No olvides que las campañas de newsletter son hasta cuarenta veces más efectivas que las realizadas en redes sociales, por lo que no puedes olvidarte de ellas bajo ninguna circunstancia.