En 2019, el Content Marketing sigue estando más vigente que nunca cuando se trata de hacer crecer un negocio digital. De hecho, el Marketing de Contenidos no ha dejado de ser tendencia desde hace años cuando se habla de posicionamiento SEO (Google sigue recalcando una y otra vez), uno de los puntales del Marketing Online sin el que difícilmente lograremos que nuestra empresa logre aumentar su popularidad (su número de clientes, de ventas, etc.).
No obstante, en la actualidad esta área del Marketing sigue trayendo de calle a muchas marcas, que no logran obtener buenos resultados a partir de los contenidos que publican en su web, lo que genera, lógicamente tanta frustración como incredulidad. Por más dinero que se invierta en Content Marketing, si no se tienen en cuenta determinados aspectos de esta intrincada disciplina, jamás llegaremos a alcanzar el éxito esperado. Veamos a continuación cuáles son algunos de estos aspectos.Una estrategia de contenidos mediocre
Una de las razones fundamentales por la que nuestros contenidos no nos aportan los beneficios esperados es la falta de planificación inicial. Ello se debe, sobre todo, a que la estrategia de contenidos se elabora con prisas y sin realizar los análisis y cálculos previos necesarios. Son muchos los factores que hay que tener en cuenta antes de poner a un redactor frente a una pantalla en blanco e indicarle sobre qué tema ha de escribir y cómo debe hacerlo.
Sin un plan de Content Marketing que aborde todos y cada uno de los pormenores que afectan a las publicaciones que realizaremos a corto, medio y largo plazo, estaremos buscando a tientas en la oscuridad: en este caso, si llegamos a posicionarnos gracias a nuestros contenidos, será más una cuestión de suerte que de buen proceder (profesionalmente hablando). Y no hace falta recordar que en el Marketing Digital los casos de éxito derivados de la buena suerte pueden contarse con los dedos de una mano.
Demasiada fijación con el SEO
La presión de los redactores (que no es sino reflejo de la de los responsables que les asignan las tareas a realizar) por incluir en los textos el porcentaje de keywords (o palabras clave) determinado por Google como ‘adecuado’, así como la dinámica atropellada de la industria (importan más los números que la calidad de los contenidos), provocan que muchas de las publicaciones que leemos a diario parezcan haber sido escritas por máquinas más que por personas.
Estar demasiado pendientes del posicionamiento SEO suele ser uno de los defectos más arraigados en la manera de escribir de la mayoría de profesionales dedicados al Content Marketing (copywriters, community managers, etc.), algo que repercute de manera muy nociva tanto en la imagen que de nuestra marca proyectaremos en la audiencia como en la interacción que esta lleve a cabo con cada una de nuestras acciones. La más inmediata y evidente es que dejarán de leernos y, en poco tiempo, se olvidarán de que existimos.Vías y métodos erróneos de difusión
Aunque elaboremos un contenido de excelente calidad, si no sabemos a través de qué canales difundirlo (y con qué técnicas), nuestra estrategia de Content Marketing (y con ella, la de SEO) hará aguas antes o después. Sencillamente, no llegaremos a impactar en nuestro target (o público objetivo), lo que vuelve a llevarnos a un problema similar al que apuntábamos en el párrafo anterior: no sabrán que existimos. Además de elegir bien cuáles son los canales más apropiados para nuestra firma, hemos de estudiar cuáles son los formatos que más se adaptan tanto al tipo de contenido que deseemos difundir como a nuestra audiencia, sin olvidar nunca cuál es el objetivo específico que deseamos alcanzar con cada una de nuestras acciones.
En la actualidad, sin ir más lejos, muchos consumidores tienden a decantarse por contenidos en los que prima la imagen (de ahí la proliferación de tutoriales y de todo otro tipo de géneros lanzados en vídeo), por lo que si no incluimos este tipo de formato en nuestra oferta de Content Marketing (alternándolo con artículos escritos y podcasts, por ejemplo), perderemos una gran porción de público, que acudirá a otras plataformas donde sí se les ofrezca esa información que busca de una manera más sugerente y atractiva.